
como huesped inmovil
mi esperanza acechaba
la apagada luz
apología de soledades
dormidas desde antiguo
expectantes como duendes
pensaba en un tiempo
en el humilde presagio
que olía a grisaceos perfumes
y a lluvia tibia
y
a follaje intenso
quise ser de nuevo
aquella niña cósmica e ilusionada
embriagada de nubes fabuladas
fueron las palabras
las amadas palabras
la que me revivieron
y fueron las palabras
las amadas palabras
las que me sumergieron
las que como un rio
torrentoso e indescifrable
me atravesaron de espanto.
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