"...Y no soy yo que sufre sino el otro
el mismo mono milenario
que se refleja en el espejo y llora..."
Jorge Eduardo Eielson
No aprendimos nada, ni aprenderemos...
En esta sucesión incansable de fotocopiarnos una y mil veces
al ponernos el mismo saco viejo y esconder los agujeros
con retoricas nubes de papel y polietileno.
Sufres vestida de marrones mortuorios, secando tus tibias humedades, mientras el verde ya no es verde y el azul, se vuelve humo radioactivo.
Tampoco el espejo existe, donde poder orear unas lágrimas,
digo, un espejo que lleve el alma en sus aguas cristalinas
y la purifique.
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